La gravedad adquiere todo el protagonismo en nuestra bodega, permitiendo que la uva llegue entera a la fermentación desarrollando todo el proceso de manera vertical, siendo todos los movimientos de uva o de vino por gravedad, evitando cualquier tipo de remonte mecánico.
No existe tolva de recepción y no se utilizan bombas para el traslado de la uva ni para el remontado de los depósitos que puedan dañarla, desde as mesas de selección hasta el embotellado a lo largo de las diferentes plantas subterráneas de la Bodega, optimizando así todas las fases del proceso.
Las barricas nuevas de roble francés son las encargadas de realizar la crianza y dar a nuestros vinos ese punto equilibrado de madera y fruta.
Otorgar al vino su máxima expresión es nuestro único deseo.