Hay quien mantiene que todo lo creado tiene un ciclo de vida limitado en el tiempo: nacer, crecer y desaparecer. Nosotros, sin embargo, creemos que hay “expresiones de vida” que se pueden convertir en INMORTALES.
El mundo del vino es un claro ejemplo de esto. En él se acumulan valores, hábitos, sensaciones, recuerdos…todo un cúmulo de sentimientos que bodegueros, enólogos y sobre todo agricultores impregnan de experiencia y trabajo, logrando que perdure por siempre y se convierta en INMORTAL.